Es importante que los pacientes se sientan acompañados durante estos procesos y logren perder el miedo
El cáncer de mama es una patología que no discrimina entre géneros, y en el caso del mamario, también se presenta en varones. Se trata de una entidad poco frecuente que representa el 1% de todos los carcinomas mamarios, y menos del 1% del total de la patología maligna masculina. ¿Qué sabemos sobre estos casos? La forma de presentación es generalmente en estadios más avanzados que la mujer, ya que el hombre consulta en forma tardía. Debido a la baja frecuencia de este carcinoma en el género masculino, no se realizan estudios de rutina de screening o cribado, como se realiza la mamografía en la mujer.
Sin embargo, es importante que ante algún cambio en la piel de la mama se consulte de manera oportuna. Este se presenta como un nódulo o masa palpable unilateral, dura, indoloro más frecuentemente, aunque también puede haber sangrado por pezón, aumento de tamaño de los ganglios axilares, piel ulcerada o con cambios de coloración, textura o retracción de la piel y/o pezón.¿Quién puede padecerlo? Entre los factores de riesgo se encuentran la obesidad, tabaco, alcohol, enfermedades hepáticas y el uso de estrógenos de manera exógena. También es importante contemplar antecedentes familiares ya que se ha reportado la asociación con mutaciones genéticas.
La edad promedio de aparición es a los 60 años. En la consulta médica con el especialista (mastólogo) el paciente será revisado con un examen físico, luego se solicitan estudios por imágenes para evidenciar las características del nódulo y su tamaño. Para obtener un diagnóstico se solicita una biopsia o punción mamaria y así poder evaluar estrategias de tratamiento, que cambian según el subtipo tumoral. ¿Cómo son los tratamientos en estos casos? Son los mismos que se llevan a cabo en los casos femeninos.
Estos incluyen cirugía conservadora o mastectomía, quimioterapia antes o después de la cirugía, radioterapia y hormonoterapia. Los pacientes deben ser tratados en un equipo multidisciplinario para poder ofrecerles un diagnóstico y tratamiento adecuado, y realizar asesoramiento genético oncológico por la posibilidad de asociación con mutaciones.
La detección precoz del cáncer de mama lleva a realizar tratamientos menos agresivos con altas posibilidades de cura en más del 90% de los casos. Todas las personas pueden tomar acciones para cuidar su salud y reducir sus riesgos de padecer cáncer de mama. Entre las principales recomendaciones destacamos: mantenerse en un peso y un índice de masa corporal saludable, realizar actividad física 30 min al día, 5 veces por semana, limitar el consumo de alimentos elevados en grasa, azúcar y sal, tomar 2 litros de agua por día, evitar el cigarrillo y reducir el consumo excesivo de alcohol.
Desde un inicio, todos podemos imaginar el impacto emocional que puede tener el enfrentarnos a la noticia de un cáncer de mama. Tampoco caben dudas que el estrés vivido por dicho padecimiento juega un rol fundamental. Por ello, es importante que los pacientes se sientan acompañados durante estos procesos y logren perder el miedo. El profesional tratante definirá cuál es la mejor opción para cada paciente según el tipo y estadío de cáncer de mama, teniendo en cuenta las comorbilidades y evaluando el riesgo/beneficio.