Recibir noticias como “es cáncer de mama” cambia el mundo. Para quien lo vive, es una montaña rusa de emociones: miedo, incertidumbre, enojo, tristeza. Y para quienes acompañan, también. Saber cómo estar allí puede transformar esa experiencia: ofrecer alivio, contención y fuerza. Pero no siempre está claro el mejor modo de hacerlo. Este artículo propone un camino emocional, humanizado y práctico para acompañar a alguien en esta situación tan delicada.
La experiencia emocional inicial
El shock inicial es común en ambos:
- La persona diagnosticada se enfrenta a un tsunami de emociones: “miedo, incertidumbre, enojo… explosión psicológica” .
- El entorno suele sentirse “clavado, desorientado y desesperado” .
Esa reacción es normal. La clave está en reconocerla sin negarla.
La carga del cuidador
Los acompañantes también afrontan estrés, ansiedad, falta de sueño y miedo .
Por eso, cuidarte para cuidar es esencial: buscar espacios de contención para tu propia salud emocional es parte del acompañamiento.
Herramientas:
Escucha activa
- Dejá que la persona exprese sus sentimientos sin interrumpir.
- Preguntá con sinceridad: “¿Cómo te gustaría que te acompañe hoy?” .
Apoyo práctico
Ayudas específicas son reconfortantes:
- Llevala a citas médicas o sesiones de tratamiento. Ofrecé ayuda con tareas cotidianas: compras, cuidado de chicos o mascotas, limpieza del hogar. Dividir tareas: que el grupo de apoyo ayude con los trámites, ej sacar turno para un estudio. De este modo aliviamos al paciente y lo ayudamos en el proceso haciendo algo efectivo.
- Organicen un calendario con amigos para preparar comidas o acompañamientos.
Información y empoderamiento
- Acompañá en la búsqueda de recursos: estudios oficiales, talleres o grupos de apoyo. Ejemplo paciente con cáncer de mama que busca una red de contención en otra paciente que le paso lo mismo. Pedile a tu médico que recomiende páginas para leer de confianza donde haya testimonios de otras pacientes.
Fomentar la autocuidado
Sugiriendo actividades reparadoras:
- Sesiones de yoga, meditación, paseos al aire libre. Numerosos trabajos reportan que realizar actividad física aeróbica, al menos tres veces por semana, hace que el tratamiento oncológico sea mejor tolerado (sobre todo la quimio y hormonoterapia).
- Tiempo de disfrute: lectura, música, cine, arte.
- Estimulá hábitos saludables: descanso, buena alimentación, evitar cigarrillos.
Terapia psicológica
- La psicooncología es un área especializada en pacientes con cáncer, donde ayudan a procesar la enfermedad, y a cómo transmitir la información a la familia, por ejemplo a los hijos.
- Esta disciplina integra lo emocional a lo médico, ofreciendo contención en todo el ciclo del tratamiento .
Apoyo en el trabajo
- Adaptar horarios o tareas, si es posible, ayuda a integrar el tratamiento .
Mantener la conexión social
- Invitar a charlas, salidas ligeras o actividades creativas aporta normalidad.
- Planificar micro-festejos: un café, una caminata, una sesión de cine.
Cierre: un camino compartido
Acompañar a alguien con cáncer de mama no es solo acompañar su cuerpo, sino su corazón. Involucra:
- Estar. Escuchar. Validar.
- Acompañar con acciones cotidianas y prácticas.
- Fomentar el autocuidado y la conexión con lo profesional y comunitario.
- Cuidarse para cuidar mejor.
- Mantener la cercanía emocional, sólida y adaptada al momento.
Si estás acompañando a alguien en este proceso o lo sos vos misma, te recomendamos consultar profesionales especializados en CIMA Mastología, que integran contención médica y emocional en mujeres que enfrentan esta etapa. Acompañar bien puede marcar una gran diferencia.